DA VINCI, CESAR BORGIA Y LOS CAPRICHOS DE LA ARQUITECTURA

Para muchos, el genio Leonardo da Vinci es el arquetipo de la perfección en el estudio de las artes y las ciencias, pero lo que pocos saben es que además le gustaba cocinar, crear nuevos platos combinando muchos ingredientes, como si fuera el Ferrán Adría del Renacimiento, además sus escritos y apuntes estaban realizados de tal manera que solo mediante la ayuda de un espejo se podían descrifrar.

De sobra son conocidos sus conocimientos en arquitectura, los cuales le valieron de ayuda, entre otros, a Cesar Borgia, el hijo de Rodrigo Borgia o lo que es lo mismo, del papa Alejandro VI, de raices hispanas (de Játiva para ser más exactos). 

Cesar Borgia

Pues bien, los talentos de Leonardo y César se unieron en 1501 para el asedio de Faenza, una ciudad ubicada entre Forlí y Bolonia en plena Romaña italiana. La ciudad era entonces inexpugnable, contando con muros impenetrables y que según se comentaba, “repelían los cañonazos”. Estos muros protegían eficientemente a la ciudad, pero no contaron con la intervención de Leonardo, el cual se valió revertió la situación e hizo que el propio muro fuera el origen de la desgracia de los faenzanos. 

Fortaleza de Faenza

 

Era necesaria la apertura de una brecha lo suficientemente grande para que la caballería de César accediera al interior, pero en este caso Leonardo propulso la utilización de una torre móvil con una rampa, la cual estaba formada por tres secciones independientes y con una escalera interior para acceder a una plataforma cubierta con capacidad para treinta hombres. Pero lo sorprendente vino a continuación, y es que Leonardo no contaba con usar dicho artilugio. La razón era clara, los muros tenían 10 m. de altura y no existían torres móviles tán altas. No obstante Leonardo propagó el rumor de la construcción de una innovadora torre de 12 m. de altura que sería invencible y utilizable en prácticamente cualquier asedio.

Detalles de la Torre de Asedio

Rápidamente se extendió el rumor de aquella torre hasta Faenza, y comenzó, a la vista de la ciudad, la construcción de la misma. Poco a poco, los faenzanos comenzaron a aumentar la altura de sus muros, aplilando piedras con el fin de contrarrestar a los invasores y su novedoso artilugio.

Así llegó el dia clave, comenzó el asedio, y entonces Cesar Borgia le ordenó a su general Vito Vitelli que bombardeara la muralla, bueno mejor dicho, la base de la muralla y… voilá! Ante la incredulidad del propio Vitelli y de los condotieros se produjo un enorme estruendo producido por una enorme brecha en la hasta entonces impenetrable muralla. La caballería entró como una exhalación y se produjo en cuestión de un breve espacio de tiempo la conquista de Faenza.

¿CUAL FUE LA CAUSA (ARQUITECTÓNICA) DE LA RUINA DE LA MURALLA?

Todo tiene una razón, la cual es bastante sencilla. La muralla contaba con un diseño apropiado para su cometido; es decir, una base ancha a modo de recrecido que va disminuyendo su espesor a medida que se va aumentando la altura. Hasta aquí todo normal, pero Da Vinci era conocedor de la resistencia de materiales y de la transmisión de cargas, por lo que si se aumentaba la altura de la muralla debía aumentarse la base o el recrecido de la misma, de no ser así, existiría inestabilidad en el conjunto, como así sucedió.

Gracias a cosas como esta, Cesar Borgia quedó maravillado por los conocimientos arquitectónicos de Leonardo, al que siempre guardó estima.